viernes, 19 de agosto de 2011

BACILOS QUE LLEVA LA CARNE

                                                     
Un gramo de carne, según el estudio del Dr.Kellogg, contiene entre 60 y 180 millones de bacilos putrefactivos. Cuanto mayor sea el proceso de desnaturalización (conservación, embutidos, enlatados, reblandecimiento, etc.), mas elevado es el número de bacilos, todos ellos patógenos como: putrificus, perfringens y sporogenes. El intestino deja pasar al torrente sanguíneo toxinas, microbios y todo tipo de patógenos contribuyendo a que otros sistemas queden afectados, produciéndose infecciones, enfermedades degenerativas graves, anemias, cáncer, etc.

jueves, 18 de agosto de 2011

CURSO DE BROMATOLOGIA. ALIMENTOS Y NUTRICIÓN. Presentación

Durante el proximo curso 2011/2012 el ya reconocido centro de formación en medicinas alternativas ISED, me ha encargado impartir la asignatura de Bromoterapia. Alimentos y Nutrición, que forma parte de su segundo curso de Naturopatía.

Trataremos una gran variedad de temas entre los que se encuentran algunos tan imporantes para la salud como Macronutrientes y su bioquímica, Necesidades alimentarias de nuestro organismo, Alimentos que degradan la salud, etc.

A lo largo del desarrollo del curso, iré publicando en este blog, con antelación suficiente, los temas que se vayan a tratar en clase, asi como cualquier otra información complementaria relevante que vaya encontrando durante su desarrollo.

Como anticipo, os presento el índice de la asignatura y estaré encantado de recibir vuestros comentarios, si considerais que puede ser mejorado en algún aspecto.


BROMATOLOGÍA . ALIMENTOS Y NUTRICIÓN
LA POLARIDAD YIN-YANG EN LOS ALIMENTOS
-       Estructuras y funciones Yin y Yang
-       Clasificación general de los alimentos                 
-       Alimentos caloríficos y alimentos refrescantes
-       Alimentación según el clima
-       La alimentación y los cinco elementos
SISTEMA DIGESTIVO
-       Digestión y absorción
-       Digestión: boca y saliva
-       Estómago: jugo gástrico
-       Jugo pancreático
-       Jugo intestinal
-       La bilis
-       Absorción
-       Excreción
NECESIDADES ALIMENTARIAS DE NUESTRO ORGANISMO
MACRONUTRIENTES Y SU BIOQUÍMICA
            - Proteínas. Digestión y metabolismo de las proteínas
            - Hidratos de Carbono. Digestión y metabolismo de los carbohidratos
            - Lípidos o Grasas. Digestión y metabolismo de los lípidos
           
MICRONUTRIENTES:
- Vitaminas
- Minerales
- Enzimas
- Oligoelementos

NECESIDADES ALIMENTARIAS DE NUESTRO ORGANISMO
FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE EL METBOLISMO
LOS ALIMENTOS Y SUS NUTRIENTES
Alimentos ricos en Proteínas
De origen animal
- Carne
- Pescado
- Huevo
- Los lácteos y derivados. Yoghurt y kéfir

De origen vegetal

-       Las legumbres y algunos derivados (tofú, seitan, tempeh, miso…)

Ventajas e inconvenientes entre ambos tipos de proteínas

Alimentos ricos en Hidratos de Carbono
- Los cereales
- Frutas
- Algunas hortalizas (patata, zanahoria, remolacha…)

Alimentos ricos en Lípidos o Grasas
         - Aceites y grasas comestibles
Hortalizas, verduras y germinados
Los frutos secos y semillas
Hongos y setas
Las algas
El Agua
LA COCCIÓN DE LOS ALIMENTOS
ALIMENTOS QUE DEGRADAN LA SALUD
-       El azúcar
-       El café
-       El alcohol
-       El vinagre
  Espero que estas publicaciones resulten de utilidad tanto a los alumnos como a personas interesadas en estos temas.

Un cordial saludo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ver mucha televisión acorta la vida

  • Un promedio de seis horas al día puede reducir la longevidad cinco años
  • Los autores comparan el hábito con el de fumar o la falta de ejercicio
Ver la televisión un promedio de seis horas al día puede acortar la vida en casi cinco años, según indica un estudio publicado por 'British Journal of Sports Medicine'.
La investigación muestra las consecuencias de ver la televisión y las compara con otros factores de riesgo, como la falta de ejercicio o fumar.
La vida sedentaria incrementa el riesgo de muerte, especialmente por ataques de corazón e ictus. Ver la televisión se identifica la falta de ejercicio, pero su impacto sobre la esperanza de vida no ha sido evaluado en el estudio.
Los investigadores han usado datos recogidos en el estudio 'Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle Study' (AusDiab), que mostraba diversos hábitos y la mortalidad de la población australiana en el año 2008.
AusDiab es un estudio nacional que representa la forma de vida de la población desde el año 1999 y en el que fueron incluidos mas de 11.000 adultos de más de 25 años.
En 2008, los investigadores estimaron que los australianos mayores de 25 años veían la televisión un total de 9.800 millones de horas, lo que les llevó a calcular que cada hora de televisión vista después de los 25 años acorta la esperanza de vida en algo menos de 22 minutos.
Los autores estiman que una persona que pasa un promedio de tiempo de seis horas diarias viendo la televisión reducirá su vida en cinco años, en comparación con aquellos sujetos que no siguen este hábito.
Esto, junto con otras causas de riesgo de muerte ya conocidas, como la obesidad y la inactividad física, incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
"Si bien hemos utilizado los datos de Australia, los efectos en otros países, tanto industrializados como en desarrollo, pueden ser comparables, ya que en estos países dedican una cantidad de tiempo similar a ver la televisión y siguen unas pautas de enfermedad muy similares", señalan los autores.
Los autores del estudio concluyen diciendo que "si estos datos se confirman, ver la televisión sería un problema comparable riesgos para la salud ya conocidos, como el tabaco o la obesidad".

sábado, 13 de agosto de 2011

Masticar más para comer menos

En lo que se refiere a engordar, no sólo se trata de lo que comes sino de cómo lo haces. Masticar mucho podría ayudar a ingerir menos cantidad de alimentos y menos calorías, según un estudio realizado en China. Además, prolongar este proceso parece alterar la secreción de las hormonas que regulan el apetito.
Los participantes (14 jóvenes obesos y 16 de peso normal) se sometieron a varios experimentos en los que debían masticar cada bocado 15 veces y 40 veces. Los responsables de la investigación analizaron la relación de una y otra pauta con la velocidad a la que comían y las calorías ingeridas.
Un primer análisis reveló que "comparados con los participantes delgados, los obesos tenían una mayor tasa de ingestión y masticaban menos veces por cada gramo de comida", explica el trabajo publicado en 'The American Journal of Clinical Nutrition'. Eso, a pesar de que el tamaño de los bocados y la frecuencia de masticación eran similares en ambos grupos.
Cuando los jóvenes tuvieron que comer un desayuno típico masticando un número concreto de veces, los autores observaron que 'entreteniendo' la comida en la boca durante 40 dentelladas el consumo de calorías era un 11,9% inferior que cuando sólo masticaban 15 veces, sin importar si se trataba de un participante obeso o no.

Efectos sobre la saciedad

"Las hormonas intestinales desempeñan un papel fisiológico en la regulación de peso corporal y la homeostasis de la energía y pueden ser objetivos útiles para futuras terapias contra la obesidad", explican los autores, procedentes de la Universidad Médica Harbin (China).
Según sus resultados, masticar más está asociado con niveles sanguíneos inferiores de grelina, que estimula el apetito, y niveles más altos de CCK, que parece reducirlo. Otras variables, como la cantidad de azúcar o de insulina en sangre no variaron.
Entre las posibles explicaciones a este fenómeno, los autores apuntan a que una mejor trituración de los alimentos podría llevar los nutrientes de forma más eficiente hacia el torrente sanguíneo lo que afectaría a la secreción hormonal del intestino y los procesos digestivos y de absorción.
Estos hallazgos, que deberán confirmarse en otros estudios, "indican que masticar poco es un factor de riesgo para la obesidad. Las intervenciones para mejorar la masticación podrían convertirse en una buena herramienta para combatir este problema", concluye el estudio.

jueves, 11 de agosto de 2011

Los peligros de la carne... roja

Muestra de varios trozos de carne roja. | El MundoMuestra de varios trozos de carne roja. | El Mundo
  • El abuso de la carne roja procesada aumenta un 51% el riesgo de diabetes
  • Los expertos señalan que hay que buscar la moderación a la hora de comer
Son una de las principales fuentes naturales de hierro, nos aportan diferentes proteínas, vitaminas... y además ¿a quién no le apetece de vez en cuando tomarse un rico chuletón? Pues como todo en la vida, la 'tentación roja', ya sea en la forma de un bistec o en las clásicas salchichas, también cuenta con su parte negativa si cometemos excesos.
Así se afirma en el número de agosto de la revista 'American Journal of Clinical Nutrition', que publica los resultados más amplios que hay sobre este tema. En este informe, los investigadores de Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EEUU) recopilaron diferentes análisis sobre los efectos de este tipo de carne en la salud y actualizaron esos datos con cuestionarios sobre los hábitos alimenticios de miles de personas. Con este proceso, analizaron los resultados de más de 400.000 personas de las que cerca de 30.000 desarrollaron una diabetes tipo 2 en los 20 años que abarca este estudio.
Tras ajustar a los pacientes en diferentes parámetros que abarcaban la edad, el índice de masa corporal, los estilos de vida y los hábitos dietéticos descubrieron que era esta última la clave para sus pesquisas. "Tras organizar los resultados descubrimos que tomar diariamente unos 100 gramos de carne roja no procesada -lo que equivaldría al peso de una baraja de cartas- aumentaba en un 19% el riesgo de sufrir este tipo de diabetes", asegura Frank Hu, autor principal del estudio y profesor de nutrición en Harvard. "Sin embargo, los principales daños los encontramos asociados a la carne procesada -como los famosos hot dogs-, pues su riesgo pasa a un 51% con sólo ingerir 50 gramos", añade este especialista.

¿Y qué pasa con el jamón ibérico?

"Estos resultados vuelven a incidir en la importancia de seguir una dieta mediterránea y variada en la que no predomine el exceso de ningún tipo de alimento y, por supuesto, que no se abuse de la carne", explica el director del grupo de nutrición del CiberOBN y médico del Hospital Clínico de Barcelona, Ramón Estruch. "Actualmente se están haciendo investigaciones en las que se comparan los beneficios de una dieta sin nada de grasas y una mediterránea, donde hay grasas vegetales y cárnicas, y es la segunda la que ha dado mejores resultados para la salud", añade este doctor.
Sin embargo, todos los especialistas inciden en la importancia de vigilar la cantidad que ingerimos. "Han salido muchos estudios que hablan mal de la carne roja procesada, y es normal porque a la hora de tratarlos consiguen que tengan más grasa y más sal. Esto lleva a que si se abusa de este tipo de alimentos se aumente el riesgo de padecer diabetes o, incluso, cáncer colorrectal", comenta el doctor Estruch.
Vistos los riesgos y las ventajas, cabe preguntarse si no es peligroso seguir disfrutando de las famosas lonchas de jamón serrano. "Para nada, además porque por su proceso casi se le llama el olivo con patas", añade este especialista. "Y con el resto de carnes sólo hay que buscar la moderación a la hora de comerlos, pues lo que no es sano no son determinados alimentos, sino nuestros patrones dietéticos".
Para este doctor, España predica poco con el ejemplo de su dieta más famosa "pues cada vez comemos más carne y menos pescado, fruta y lácteos, cuando lo ideal es comer dos o tres veces a la semana algo de carne, tanto roja como blanca -la de las aves- y después alimentos más variados".
Una variedad que también recalcan los investigadores estadounidenses en las conclusiones de su informe: "Aquellos que sustituyen una porción diaria de carne por una de frutos secos rebajan su riesgo de diabetes en un 21%, si lo hacen por lácteos, llegan a un 17% menos", explica el profesor Hu.
"Por otra parte no sólo hay que culpar a los alimentos del desarrollo de ciertas enfermedades", matiza el doctor Estruch, "en el caso de la diabetes no basta con comer poca carne, sino que también es importante no llevar una vida sedentaria y no fumar ni beber en exceso".

lunes, 8 de agosto de 2011

Una vida poco saludable encoge el cerebro

ReutersReuters
  • Los malos hábitos incrementan el riesgo de demencia
  • Las medidas preventivas a partir de los 50 reducen el peligro
Hace poco nos enteramos de que el cerebro humano es el único que pierde volumen con los años. Otros primates no sufren este efecto, pero proporcionalmente viven bastante menos que nosotros. Puede ser que el tributo por tener una vida más larga sea que nuestro órgano pensante encoja y padezcamos enfermedades neurodegenerativas. Es nuestro destino y no lo podemos modificar... o tal vez sí. Un nuevo estudio revela que ciertos cambios cerebrales asociados a la demencia se producen con más frecuencia en las personas que fuman, tienen hipertensión arterial, son obesas o sufren diabetes. Estos factores de riesgo pueden controlarse y, con ello, reducir el riesgo de males como el Alzheimer.
Todos esos hábitos y patologías dañan los vasos sanguíneos, produciendo lo que se conoce como enfermedad vascular. Ésta es la causante de los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, pero también está muy relacionada con el deterioro de las funciones cerebrales que conducen a la demencia. Así lo han demostrado diversos estudios. El último de ellos, publicado en la revista 'Neurology', aporta datos clave sobre cómo evoluciona el cerebro de los individuos de mediana edad según el tipo de vida que lleven y las patologías que padezcan.
Un equipo de investigadores liderados por Charles DeCarli, de la Universidad de California (EEUU), estudió a más de 1.300 personas sin demencia cuya edad media rondaba la cincuentena. Se evaluaron los factores de riesgo de todos estos individuos y se les hicieron escáneres cerebrales mediante resonancia magnética. También se les realizaron test para analizar sus funciones cognitivas.
Transcurrida una década, se observó que las personas con factores de riesgo vasculares presentaban una pérdida de volumen cerebral general más acusada, así como una reducción de la zona del hipocampo, que es la más susceptible al Alzheimer. Además, se apreció un aumento de las lesiones de la denominada sustancia blanca, que también pueden ser indicativas de deterioro cognitivo. En las pruebas de habilidades cognitivas se observaron problemas en cuestiones como la toma de decisiones.
Curiosamente, no todos los factores producían el mismo efecto. Mientras que la hipertensión arterial estaba más relacionada con las lesiones de la sustancia blanca, la diabetes y el tabaquismo iban asociados a una mayor pérdida de volumen en el hipocampo. Finalmente, los obesos presentaban una reducción del tamaño del cerebro en su conjunto. Se trata, no obstante, de matices. Lo fundamental es que todos estos signos de una vida poco sana acababan dejando una huella potencialmente dañina.
Estudios como este alientan la posibilidad de prevenir la enfermedad de Alzheimer. "Empezamos a tener datos fehacientes de que un cambio de hábitos de vida a partir de los 50 años puede reducir el riesgo de padecer demencia a los 70", asevera Pablo Martínez-Lage, coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología. Esa apuesta por la salud neurológica se traduce, en la práctica, en los mismos consejos que se dan para evitar los infartos de miocardio o los ictus: dejar de fumar, evitar exceso de peso con una dieta equilibrada y ejercicio físico...
Esto no significa que una persona que siga a rajatabla esas recomendaciones se vaya a librar definitivamente del Alzheimer. El desarrollo de la enfermedad depende de más factores. Pero la adopción de hábitos saludables puede ayudar a los sujetos más predispuestos a padecerla a compensar el daño cerebral que produce y frenar o retrasar su aparición.
Martínez-Lage precisa que aún no se conocen bien los mecanismos por los que peligros como el tabaco o la obesidad provocan neurodegeneración. Mientras que los problemas cardio y cerebrovasculares se producen por roturas u obstrucciones de los vasos sanguíneos, las demencias se generan por procesos más sutiles. "Es un daño que se detecta más a nivel celular y a lo largo de mucho tiempo", señala el neurólogo. "Lo que ocurre es que los vasos pequeños del cerebro dejan pasar la sangre, pero no cumplen adecuadamente la función de llevar oxígeno y nutrientes a las células nerviosas", añade. El resultado final es la muerte neuronal.