miércoles, 10 de diciembre de 2014

Más sobre medicamentos y sus efectos nocivos.
http://www.migueljara.com/2014/12/08/los-medicamentos-son-la-tercera-causa-de-muerte/

domingo, 7 de diciembre de 2014

Ha llegado este articulo a mis manos que quiero compartir.
 

"Tenga una postura crítica con su salud
¿Se ha parado a pensar en todo lo que puede hacer usted mismo por su salud, a través de las vitaminas, los minerales, los oligoelementos, los aminoácidos…? En definitiva, a través de la alimentación, los buenos hábitos y los suplementos alimenticios naturales.

Yo cada vez me convenzo más de la necesidad de desarrollar un “pensamiento crítico” respecto a nuestra propia salud. No tengo más que abrir el periódico cada mañana para reafirmarme en la idea de que es necesario ser mucho más activo y estar bien informado si queremos conservar nuestra salud.

Un buen día (hace apenas unos meses) lees que el gigante farmacéutico Novartis ha decidido despedir a su equipo directivo en Japón tras una serie de escándalos de manipulación de datos sobre medicamentos (el último de ellos respecto a ensayos clínicos de tratamientos contra la leucemia). Y aún estamos digiriendo la noticia de que el ibuprofeno, ese medicamento para el dolor y la inflamación omnipresente en todos los botiquines, está siendo investigado por la Agencia Europea del Medicamento por los posibles riesgos cardiovasculares que puede causar su consumo en dosis altas.

Y es que decenas de medicamentos de uso común, ya aprobados, recetados por los médicos y consumidos por los pacientes, ahora mismo están siendo vigilados para reevaluar su seguridad. Constantemente se ajustan y reajustan dosificaciones, se informa de nuevos efectos secundarios, se emiten alertas y, finalmente, algunos se retiran apresuradamente del mercado (o no tan apresuradamente como debería ser) al comprobar sus efectos.

Fue el caso del conocido medicamento Vioxx (un antinflamatorio retirado del mercado porque triplicaba el riesgo de infarto), de Avandia (un antidiabético también retirado de las farmacias, después de que se demostrara que aumentaba el riesgo cardiovascular de los pacientes que lo tomaban) o, hace aún menos tiempo, de Myolastan, de uso frecuente en el tratamiento de contracturas y afecciones traumatológicas. Todos ellos retirados tras años –décadas incluso- de consumo masivo y un reguero de damnificados por sus efectos, en algunos casos letales.

Y si echamos la vista un poco más atrás podríamos hablar del Pirprofeno, Cincofeno, Bendazaco, Droxicam, Clormezanona, Ebrotidina, Tolcapona, Trovafloxacino y Alatrofloxacino, Nimesulida, Tetrabamato o Benciodarona, y así hasta 22 medicamentos retirados en España entre 1990 y 1999, tras permanecer en el mercado entre un año… ¡o hasta 35 años en algún caso!, la mayoría de ellos por hepatotoxicidad (daños en el hígado, un órgano clave en nuestra salud que debemos proteger al máximo).

Muchos verán en estos casos la prueba del buen funcionamiento de los sistemas oficiales que velan por la salud pública y la seguridad de los fármacos. Yo, por mi parte, lo que hago es ratificarme en mi opinión de que hay que tener una visión crítica frente a la postura “oficial” y en la necesidad de contar con información fiable e independiente para poder acceder a tratamientos alternativos."

viernes, 5 de diciembre de 2014

El pescado no es tan sano como parece

Atención con el pescado. Este enlace os llevará a un documental sobre las piscifactorias y la alimentación que dan a los peces. Es para temblar.
http://vimeo.com/110848184

domingo, 17 de marzo de 2013

"Las proteínas que permiten sustituir las carnes rojas para vivir más y mejor".


Un nuevo y masivo estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard entrega una conclusión inapelable: el consumo de carnes rojas aumenta la mortalidad general, así como la causada por enfermedades cardiovasculares y la que provoca el cáncer. Algo que preocupa a los expertos, ya que este tipo de carnes sigue siendo una de las mayores fuentes de proteína para la humanidad.
"Nuestro estudio agrega más evidencia a los riesgos de salud que tiene un alto consumo de carnes rojas, que también se ha asociado al desarrollo de diabetes tipo 2 y de infarto cerebral", dice el doctor An Pan, quien dirigió la investigación.
Basta consumir a diario un trozo de carne roja fresca del tamaño de una baraja de naipes (90 gramos) para que aumente el riesgo de mortalidad general en un 13%. Pero si la carne es procesada como una salchicha o dos torrejas de tocino al día, este riesgo aumenta en un 20%.
Semillas y legumbres.
Las cifras se obtuvieron al seguir a más de 37 mil hombres y más de 83 mil mujeres, por 22 y 28 años respectivamente. Al inicio del estudio, todos eran saludables a nivel cardiovascular y no tenían cáncer. Los resultados se publicaron ayer en la versión digital del Archives of Internal Medicine.
La investigación es la primera que especifica el daño de la carne roja fresca, por una parte, y la de productos procesados como son los embutidos, por otra. Si la primera eleva el riesgo de morir del corazón en un 18% y de cáncer en un 10%, la procesada incrementa el peligro cardíaco en 21% y de desarrollar tumores en un 16%.
"Este estudio provee evidencia clara de que el consumo regular de carnes rojas contribuye a una muerte prematura", dice el profesor de nutrición de Harvard, Frank Hu.
Pero en esta ocasión también se analizó el efecto de reemplazar una porción de esta carne por otra fuente de proteína. Por ejemplo, basta que alguien coma un día una porción de pescado y se reduce el riesgo de mortalidad en un 7%, si come ave este peligro cae en un 14%, con semillas tipo nueces y almendras disminuye 19%, así como 10% con legumbres, y 14% con granos enteros.

Con esto se demostró que "eligiendo fuentes de proteína más saludables en lugar de carnes rojas se obtienen beneficios para la salud importantes, que reducen la mortalidad y la morbilidad de varias enfermedades crónicas", dice Hu.
Para uno de los más prestigiados expertos en medicina preventiva, el doctor Dean Ornish, de la U. de California, en San Francisco, estudiar otras proteínas es un punto fuerte de este trabajo, ya que ofrece "todo un espectro de alternativas a las personas", sin dejarlas en el terreno del todo o nada.
Consenso emergente en nutrición.
Durante los últimos años, los estudios acerca de las distintas dietas han llegado a ciertos consensos: poco o nada de carnes rojas, así como muchos "carbohidratos buenos" como frutas, verduras, granos enteros y legumbres. Reducir los "carbohidratos malos", como los refinados del tipo azúcar de mesa, harina blanca o jarabe de maíz. Aumentar las "grasas buenas" como los ácidos grasos omega 3 del aceite de pescado y de linaza, y reducir las "grasas malas" como las trans y las saturadas. Por último, preferir más calidad y menos cantidad de comida.

martes, 29 de mayo de 2012

DESINTOXICAR EL ORGANISMO


Un articulo interesantisimo escrito por Natalia Martín Cantero en el periódico El Pais el dia 29 de mayo de 2012. Espero que os sirva como buena referencia para cambiar los hábitos nutricionales. Una buena forma de potenciar la salud.

Imagínate por unos momentos que eres una flor. Suena raro, pero créetelo. Esta flor ha estado recogida todo el invierno, esperando que salga el sol y aumenten las temperaturas para florecer de nuevo. Lo extraño es que, cuando el sol finalmente llega, no creces. De hecho, estás alicaído. Resulta que el agua de donde beben tus raíces está lleno de toxinas. ¿Qué es lo que necesitas? Desintoxicarte, señala Peter Blumenauer, cofundador del programa Clear the toxins.
A los humanos las toxinas nos llegan a través de la comida, el agua y el aire, los canales por donde llegan pesticidas, estimulantes o metales pasados, entre otras sustancias tóxicas, dice Blumenauer. El propio cuerpo también genera toxinas –los desperdicios metabólicos–, un proceso natural de la digestión y la respiración.
Aunque venimos equipados de serie con mecanismos para eliminar las toxinas, demasiado azúcar, cafeína y comidas procesadas, poco ejercicio y estrés, entre otros factores, ralentizan nuestra capacidad natural de eliminación. ¿Cómo saberlo? La falta de energía, el agotamiento, las ojeras, la piel reseca o acumulación de líquidos son algunos de los síntomas de que el organismo tiene un exceso de toxinas.
“Hay un desconocimiento generalizado sobre las sustancias y alimentos que nos intoxican”, señala Marta Herce, experta en alimentación energética y natural en cuyos consejos basamos esta guía. “Muchas veces nos duele la cabeza o estamos cansados y no nos darnos cuenta de que ese malestar podría haber sido provocado por lo que hemos comido o bebido hace dos horas.” La falta de conciencia y de sensibilidad, señala Herce, impiden relacionar el cansancio o la inestabilidad emocional con el azúcar, o la agresividad con la carne, por ejemplo.

Herce recomienda mantener un programa de depuración durante 21 días, el tiempo que tardamos en establecer nuevos hábitos. Pasado ese tiempo, quizás podamos mantener parte de esas buenas costumbres.
De acuerdo con Herce, un programa de depuración se apoya en tres pilares:
1. Eliminar la fuente de toxinas

- Evitar todos los alimentos procesados y con toxicidad. La lista es larga. Entre los principales culpables, se encuentran: azúcares refinados de todas clases (blanco, moreno, de caña…); endulzantes muy concentrados (miel, sirope de arce…); endulzantes refinados (mermeladas con azúcar, chocolate, sacarinas, fructosa…) ; pastelería; estimulantes (cafés, tés, bebidas con gas y azúcar, alcohol, coca cola); aceites y grasas saturadas y en exceso (aceite de oliva, nata, crema…); verduras solanáceas (pimientos, berenjenas, patatas, tomates, espinacas…); aditivos (colorantes, aderezos, salsas y aliños comerciales…); exceso de picantes y vinagres; leche y productos lácteos; productos animales (carnes rojas, embutidos, aves, huevos…); horneados (pan, bollería…especialmente con harina blanca); comidas preparadas; aperitivos y platos muy salados; ahumados; alimentos enlatados; pescado de piscifactorías con mucha toxicidad como lubina, dorada, rodaballo y salmón.
- Consumir alimentos ecológicos, preferiblemente locales y de estación.
- Eliminar malas bacterias en el sistema digestivo y potenciar nuestra flora. ¿Cómo? Presta atención a dos cosas:
Prebióticos, las fibras hidrosolubles de la fruta y de la verdura que nutren las bacterias “buenas”, y promueven tanto el tránsito digestivo como el equilibrio ecológico (Herce recomienda nabos, rabanitos, puerros, espárragos, legumbres, manzana, etc.). Es importante la masticación.
Probióticos: cepas de bacterias selectas y beneficiosas para nuestra salud. Estas bacterias producen nutrientes para nuestras células de las mucosas digestivas y promueven la defensa del sistema inmune.
2. Integrar alimentos saludables y restaurar lo que falta
- Consumir alimentos ricos en nutrientes con fibra, vitaminas y minerales/oligoelementos (verduras, cereales integrales, frutas, semillas y aceites de primera prensada, frutos secos hidratados, legumbres, pescado y algas)
- Cereales integrales (quinoa, mijo y arroz integral, por ejemplo).
- Variedad de leguminosas como lentejas, judías (las azukis y judías con forma de riñón son muy aconsejables).
- Verduras de raíz (como zanahoria, cebolla, nabo), redondas (como la calabaza, col blanca, col verde, coliflor) y de verdes (canónigos, alcachofa, apio).
- Alga (arame, nori, kombu). Son muy importantes para remineralizar y depurar.
- Incluir en las comidas semillas como sésamo, girasol o calabaza, fuente de aceites esenciales omega 3 y vitamina E. Recomendables para un buen funcionamiento de los órganos, sistema circulatorio, pelo y piel.
- Frutos secos (en particular, nueces y almendras hidratadas).

3. Revitalizar
Herce recomienda incorporar una práctica de meditación o yoga, y por supuesto hacer ejercicio y dormir un número suficiente de horas. También recomienda los drenajes linfáticos.
Conviene incrementar a diario los alimentos que ayudan a depurar como: Rabanitos y nabos; champiñones y toda clase de setas; zanahorias, remolacha, pepino; verduras de hojas verdes frondosas e intensas como la col verde, brócoli, puerros, apio, borraja o berros cocinadas ligeramente. Utilizar a menudo jengibre fresco, ajo y especies, y también verduras depurativas como alcachofas, espárragos, remolacha, endivias, hinojo y apio.
Herce señala que las frutas y los zumos son importantes para depurar pero no recomienda una cura de frutas. “Sus efectos extremos afectarán a nuestro metabolismo y fuerza digestiva”, señala. Como bebidas depurativas, recomienda la de zanahoria, a la que se puede añadir manzana, apio y unas gotas de limón; manzana y pera y piña.
Como sustituto a la leche de vaca, alta en grasas saturadas, recomienda las bebidas vegetales de arroz, avena y almendra. Otras bebidas apropiadas a la hora de depurar son el té verde (remueve grasas de origen animal); te bancha y el kukicha, convenientes cuando se sigue una dieta de adelgazamiento porque ayudan a la digestión de las grasas. Otras bebidas: infusión de diente de león; infusiones de menta, anís, hinojo, manzanilla y, por supuesto, agua. Es aconsejable beber de 1,5 a 2 litros.
Herce recomienda cocinar sin demasiadas mezclas, cenar temprano y, sobre todo, prestar atención a lo que se come, una parte crucial del proceso.
Sugerencias para elaborar un menú detox
Desayunos. Comienza con un vaso de agua con un poquito de limón para tonificar el hígado. Media hora después, puedes tomar una infusión. Una buena idea es desayunar una crema de cereales integrales (de mijo, quinoa o arroz); sopa de miso o licuado de verduras depurativas.

Media mañana
. Tiras de verduras como zanahoria o apio; frutos secos (nueces o almendras); Alga Nori tostada (puede tomarse cuando apetezca a lo largo del día) o algo de fruta.

Comida
. Incluir una sopa (tonifican la digestión) Por ejemplo, de miso. La fórmula es esta: 25 por ciento de proteína vegetal (legumbre o tofu) o pescado. 25 por ciento de cereal integral (arroz integral, quinoa o mijo). 50 por ciento de verdura de raíz, redonda y hoja verde.

Media tarde
. Compota de frutas o licuado de verduras o frutas

Cena
. Temprano, para que dé tiempo a hacer la digestión. Crema de verduras de raíz o redondas (son ideales para por la noche porque relajan) o de verduras verdes. O sopas con miso blanco, algas y verduras de raíz, redondas y verdes. Cereal integral. Proteína (recomendable por la noche vegetal, mejor que pescado).
Y de postre, repetir 20 veces el mantra: “que tu alimento sea tu medicina”.

jueves, 22 de marzo de 2012

PARABENES

¿Qué son los parabenes? (diréis muchos de vosotros).
Pues nada más sencillo que ir a la ducha, coger un tarro de gel o de champú y leer su composición (siempre en inglés o latín para que no la entendamos) hasta que encontréis palabras que acaban en 'paraben'.

Bingo. Tenéis productos con parabenes.

Pero no sólo en la ducha. Iros ahora a vuestras cremitas para la cara, el body milk, la crema de manos, la reafirmante, etc etc etc.

Los parabenes son los conservantes más baratos y efectivos usados por la industria cosmética.
Y al igual que ocurre con la industria alimentaria, los fabricantes recurren siempre a los productos más baratos que les permitan pagar menos y ganar mas, sin importarles sus efectos sobre la salud.

¿Alguna vez te has preguntado por qué te ha picado la piel después de la ducha, o porqué la tienes tan reseca? pues muchas veces los culpables son los parabenes.
Se trata de aditivos químicos sobre los que se han hecho algunos estudios que enseguida han sido desmentidos y saboteados, pero que reflejaban la peligrosidad de un uso diario sobre la piel de productos que tuvieran parabenes (champús, cremas...).
Dado que cada vez hay mas gente concienciada con los peligros de la química sobre su cuerpo, algunas marcas de cosmética e higiene (incluidas marcas 'blancas') han sustituido los parabenes por otros conservantes menos agresivos.

¿Cómo identificar los parabenes?
Mira bien la composición de tus productos para la ducha y la belleza o la higiene (incluídos desodorantes y perfumes). Estará escrita en inglés y latín para que no la entiendas. Busca los siguientes nombres:
BENZYLPARABEN
BUTYLPARABEN
ETHYLPARABEN (o camuflado como E214)
ISOBUTYLPARABEN
ISOPROPYLPARABEN
METHYLPARABEN (o camuflado como E218)
PROPYLPARABEN (o camuflado como E216)

Si un producto tuyo tiene alguno de los parabenes, que sepas que te estás poniendo sobre tu piel una sustancia química conservante que produce efectos negativos con su uso diario.
Si un producto tuyo tiene varios parabenes, o, como en el caso de un champú que me han regalado, tiene todos los parabenes, NO LO VUELVAS A COMPRAR. Sustitúyelo por otro parecido que no contenga parabenes.

Como explica wikipedia en su versión en inglés (lástima que no hayan traducido ese artículo al castellano), los parabenes son los conservantes cosméticos y farmacéuticos más usados por su bajísimo precio y por su actividad bactericida y fungicida con el producto. Es decir, es un insecticida que evita que a las cremas y champús les salgan microbios o bichitos. Pero es un insecticida.
Están presentes en champús, cremas de belleza, productos de afeitado o depilación, lubricantes sexuales, productos farmacéuticos de uso tópico, e incluso en dentífricos y algunos alimentos.

Los parabenes son en realidad estearatos del ácido para-hydroxybenzóico.
Se ha comprobado que en muchos individuos producen irritación y enrojecimiento de la piel, o peor aún, dermatitis.
Un estudio científico de varios especialistas en 2004 sorprendió a la comunidad internacional por el hallazgo de parabenes en muestras de tumores de cáncer de mama (Darbre PD, Aljarrah A, Miller WR, Coldham NG, Sauer MJ, Pope GS. Concentrations of parabens in human breast tumours. J Appl Toxicol. 2004 Jan-Feb;24(1):5-13). De todas formas no está demostrado que los parabenes pasasen del desodorante o el gel al interior de los pechos.

Otro estudio, avalado con pruebas en animales, criminaliza a los parabenes por alterar el comportamiento de los estrógenos en el cuerpo humano.

Sea alarmismo o sea realidad, lo cierto es que intento no comprar productos con parabenes. Para muchos parecerá gracioso ver a alguien como yo leyendo los componentes de un champú o de un dentífrico en el supermercado, pero es que yo no juego con mi salud.
¿Y tu?

Leed siempre los ingredientes de lo que compráis, por favor.
El 80% de las enfermedades entran por comprar como autómatas, sin preocuparnos de lo que nos llevamos a casa.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Bifenol hasta en la sopa

Bisfenol A hasta en la sopa

Plato de sopa. | El MundoPlato de sopa. | El Mundo
El bisfenol A no forma parte de la lista de los compuestos más tóxicos, pero se encuentra en numerosos envases alimentarios y existen serias dudas sobre su inocuidad. Por eso, cada vez son más las voces que piden que las autoridades sanitarias se guíen por el principio de precaución, tal y como ha hecho Francia.
Uno de los últimos estudios sobre este elemento revela que la orina de las personas que consumen sopa de lata con frecuencia contiene una concentración de bisfenol A muy superior a la de quienes toman caldo casero.
Realizada con un número reducido de voluntarios y publicada hace unos días en 'The Journal of the American Medical Association' ('JAMA'), la investigación pone de relieve que la cubierta interior de las conservas puede mezclarse con el alimento y entrar en contacto con el organismo. ¿Eso implica un riesgo para la salud? Este trabajo no responde a esa pregunta, pero otros sí lo han hecho. El debate no está cerrado, aunque en los últimos meses se han producido novedades importantes.
La principal noticia es que Francia se ha convertido en el país pionero en la lucha contra el ubicuo compuesto químico. El pasado 12 de octubre la Asamblea Nacional gala aprobó su prohibición en cualquier envase alimentario a partir del 1 de enero de 2014, iniciativa que supone una ampliación de la actual normativa europea.
Desde junio de este año, ningún biberón de la UE podrá contener bisfenol A. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, según sus siglas en inglés) considera que la población infantil merece una especial protección, pero estima que no existe ninguna evidencia científica de que la presencia de la sustancia en contenedores de plástico destinados a consumidores adultos suponga un riesgo para la salud.
Los políticos franceses no están de acuerdo con la EFSA y fundamentan su decisión de ir un paso más allá en dos informes elaborados por la Agencia Francesa de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional (Anses, según sus siglas en francés). El primero de ellos repasa los riesgos para la salud. En animales se ha probado que el bisfenol A tiene efectos en la reproducción, las glándulas mamarias, el metabolismo, el cerebro y el comportamiento.
En humanos, las evidencias científicas son más débiles, pero hay estudios que permiten albergar sospechas fundadas de que afecta a la reproducción y al metabolismo de los azúcares y las grasas y está relacionado con las enfermedades cardiovasculares. Todos los efectos citados se han observado incluso con niveles bajos de exposición, por debajo de los límites establecidos por la UE.
Estos peligros se deben a que se trata de un disruptor endocrino, es decir, una sustancia química que interfiere en el funcionamiento de las glándulas endocrinas, que son los órganos responsables de la secreción de hormonas.
El segundo documento aborda los múltiples usos del compuesto en la industria alimentaria. Se utiliza para fabricar productos plásticos de policarbonato (presentes, por ejemplo, en botellas de plástico, en los envases de comida precocinada o en los recipientes de tipo 'tupper'). También se emplea en la elaboración de las resinas de epoxi que recubren algunas latas de conservas (de fabada, atún, espárragos...), evitando que el plomo y el estaño de la soldadura interior se disuelvan y entren en contacto con el alimento. La agencia francesa ha lanzado una consulta pública para encontrar compuestos alternativos que permitan reemplazar al bisfenol A.
En opinión de Nicolás Olea, catedrático de la Universidad de Granada, el conjunto de países de la UE debería tomar nota de la iniciativa francesa. "Ya existen pruebas de que el bisfenol A aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Lo que hace 15 años era sólo una sospecha ya cuenta con confirmación epidemiológica", asegura. Por esta razón, cree que si las autoridades esperan a obtener una mayor evidencia científica, "tal vez sea demasiado tarde".
Otro de los defensores de la prohibición es Miquel Porta, del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM) de Barcelona, quien reconoce que los estudios en humanos no son totalmente concluyentes, pero sí "suficientemente preocupantes". Según su parecer, "el bisfenol A no es agua bendita, es un disruptor endocrino" y se están produciendo múltiples llamadas de atención que deben llevar a que "la industria encuentre alternativas".